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accesado 22-11-2014
La espiritualidad
resurge y la religión decae en la modernidad líquida
Analistas afirman que nos encontramos
ante el umbral de una etapa transreligiosa, transconfesional y postcristiana
Ni las personas ni los grupos humanos pueden soportar por mucho tiempo el vacío existencial. En un primer momento, quizás se eche mano de la compensación y de la "distracción", pero la insatisfacción creciente desencadenará una actitud de búsqueda de la plenitud presentida: es la búsqueda espiritual. Algo así parece estar sucediendo entre nosotros. A ojos de muchos analistas, resulta innegable que, en nuestro medio sociocultural, nos hallamos frente a un creciente resurgir de la espiritualidad. Y que dicho resurgir corre paralelo a un no menos evidente declive de la religión institucional. Hasta el punto de que, según ellos, nos encontraríamos ante el umbral de una etapa transreligiosa, transconfesional y postcristiana. ¿Es así en realidad?...
La modernidad
líquida podría "licuar" las religiones
Vivimos una situación transitoria y
volátil en la que es difícil la convivencia religiosa
La modernidad líquida, término establecido por el sociólogo, filósofo y ensayista polaco Zygmunt Bauman, es un tiempo sin certezas, donde los hombres que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición se encuentran con la obligación de ser libres asumiendo los miedos y angustias existenciales que tal libertad comporta: la cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro. Desde un punto de vista sociológico, la modernidad líquida, además, hace precarios los vínculos humanos y podría llegar a “licuar” incluso a las religiones.
1ª Corintios 3:11-17 YO QUIERO MAS
11 Porque
nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto,
el cual es Jesucristo.
12 Y
si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, hojarasca,
13 la
obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el
fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
14 Si
permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
15 Si
la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo,
aunque así como por fuego.
16 ¿No sabéis que sois
templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
17 Si alguno destruyere el
templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois
vosotros, santo es.
Introducción
Cada mañana mientras
voy a mí trabajo escucho algunos programas de radio en donde todos los días me
recuerdan una frase que dice: “La Vida Cambio”, eslogan que representa a una
agrupación que ayuda y da ideas a los nuevos emprendedores por medio de
talleres, charlas. Iniciativas para fortalecer
el Emprendimiento y la Innovación en nuestro país.
Apoyándome esta visión quisiera llamar vuestra atención respecto de que
“estamos en medio de una ola de reformas, cambios que están impactando a la
sociedad desde todos los frentes. Y en el caso de los cristianos no es
diferente, ya que muchos de nosotros estamos expectantes por ver un cambio
radical dentro de lo que nosotros conocemos hasta ahora como Iglesia. Cambio
que al menos se percibe en muchos laicos, jóvenes, mujeres y hombres en
diferentes partes de nuestro país, y mejor aun, de nuestra iglesia. Esto ocurre
porque hoy existe una nueva generación de creyentes. Tal vez se vean diferentes
entre sí, pero son conocidos por su amor y fe. Ellos no están dispuestos a conformarse con lo que hay.
Aunque haya una gran admiración hacia los que fueron antes que ellos, este
grupo no se detendrá lo suficiente como para construirles un monumento o hacer
un memorial. Es más, esta generación sabe que la mejor manera de honrar los
logros pasados es construyendo sobre los que ellos alcanzaron”. Y si uno de
nosotros deseara formar parte de dicha generación, debiese hacer muy suyo aquel
texto de Juan 14:12 que declara: “12 De cierto, de cierto os
digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún
mayores hará, porque yo voy al Padre”.
Por
eso les desafío a considerar esta palabra y recibir lo que Dios quiere
hablarnos en este día.
I.- Debemos entender el “Fundamento del Mensaje” (la base).
a) El mensaje central del evangelio se
llama REDENCION, en el se nos comunica la buena noticia de que hay alguien que
desea redimir a la humanidad del pecado, el cual representa un estado de muerte
espiritual, de separación respecto a nuestro creador.
b) Porque el pecado produjo una profunda
herida en el corazón de Dios y él desde su Santidad no puede soportar ni
comulgar con el pecado. Es por eso que decimos, habiendo pecado en nuestras
vidas, estamos separados y no podemos disfrutar de las bendiciones que EL tiene
para cada uno de nosotros. (Deut.31:17-18; 28).
c) EL es ese alguien que desea
Redimirnos, porque EL es nuestro Dios, nuestro creador.
d) Y para que ocurra un evento de tal
naturaleza, debe existir necesariamente un Redentor y ese es nuestro Señor
Jesucristo.
e) Pero para que haya un Redentor y un
Dios Creador que anhela redimir a su creación, debe existir necesariamente
dentro de esta creación personas de todos los tipos de pensamientos, de todo
color de piel, de cualquiera de los dos sexos, de cualquier color político o
tendencia filosófica que habiendo comprendido su estado de pecado, de muerte
espiritual, de separación con respecto a la Santidad de Dios, que desee, que
anhele ser REDIMIDO, algo así como el ciervo que brama por la corrientes de las
aguas (Salmo 42).
f) Que diga desde lo más profundo de su
ser: “Así clama por ti, oh Dios, el alma mía”.
g) Este
acción y este sentir solo pueden provenir de parte de Dios, porque “Toda
buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las
luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación” (Stgo. 1:17).
II.- Todo cambio no puede afectar la esencia del mensaje.
a)
Algunos, han
tratado de confundir este cambio por algo que es solo externo, racional y
humano.
b)
La tradición no
puede suplir, ni cambiar la esencia del mensaje.
c)
Nuestro
Reglamento Corporativo, no puede suplir, no puede ni debe cambiar la esencia
del mensaje. Por años hemos dejado de hacer lo que corresponde, lo que Dios nos
pide, porque antes que todo miramos el reglamento y si tenemos tiempo le
dedicamos unos minutos a ver “qué dice la Palabra de Dios sobre tal o cual
materia”. Sepan Ustedes, porque la Palabra de Dios lo declara: “La obra de cada
uno será probada” (v.13).
d)
Ni nuestra
historia, ni nuestros líderes y antepasados pueden cambiar lo que ha sido, lo
que es y lo que será la verdad y el fundamento del mensaje (Is. 40:8).
e)
Porque el único
fundamento, lo único que te garantizara la vida eterna, no es la religión, no
es la liturgia de la iglesia, es nuestro amado Señor y Salvador JESUCRISTO.
f)
Miles de hombres
y mujeres han dado su vida por conservar esta Palabra, Dios mismo como Padre
celestial ofrendo lo mejor de sí para darnos la posibilidad de formar parte de
su pueblo. Hombres y mujeres de todos los tiempos redimidos lavados por la
Sangre del Cordero. Por lo mismo ofendemos al Señor cuando anteponemos ante El
todo tipo de argumentos inútiles, que lo único que acarrean sobre nuestras vidas
es RELIGIOSIDAD CARNAL, sinónimo de muerte, sequedad y frialdad.
g)
Por años hemos
declarado que anteponemos LA RAZÓN ante toda manifestación espiritual. Mas la
Palabra del Dios Santo, del Padre de las luces nos dice: “Nadie se engañe a sí
mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio… Porque
la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El
prende a los sabios en la astucia de ellos” (1ª Cor:18-19 vss).
III.- Ante todo lo dicho, que podamos expresar ¡Yo quiero más
de Dios!.
a) "Conocer" en hebreo es
la palabra "yada", que significa
experiencia vivida en la intimidad, así como Moisés, como David, como
Pablo, pidamos más para ver y experimentar la gloria de Dios en medio nuestro,
pero a solas con Dios en intimidad.
b) Que nuestro anhelo sea concedido
por El, aunque sea como fue con Moisés que tuvo el privilegio de verle solo las
espaldas a Dios. Que como iglesia Metodista de Chile podamos decir: “Si tu no
vas conmigo yo no me moveré, no iré a ningún lado si Tu presencia no va
conmigo, con cada uno de nosotros y con tu iglesia Señor”.
c)
El anhelo de Moisés
era tan fuerte que Dios le concedió, que hablara con El cara a cara como si
hablara a su amigo.
Conclusión
Mis hermanos, Dios quiere que le
busquemos, que le anhelemos más, El quiere revelarse a sí mismo a través de su
Palabra y de su presencia viva en nosotros. Pidámosle a Dios cada día: “¡te
ruego que me muestres tu gloria!”. Yo he sentido las caricias del Espíritu
Santo en mi vida, en mi cuerpo, y muchas experiencias más, pero he entendido
que eso solo es el comienzo de un sin fin de experiencias que El tiene para mí
y para ti mi hermano, mi hermana.
El deseo más grande de nuestro corazón
es el querer conocerle, cada día más y más hasta verle tal como El es, ver el
rostro de nuestro amado salvador
Jesucristo. La iglesia de hoy en día, está más interesada en conocer del
mundo que a Dios mismo; la palabra declara "el Espíritu que El ha hecho
morar en nosotros, nos anhela celosamente", no pierdas tu tiempo, porque
los tiempos son malos, conoce a Dios y el te conocerá por tu nombre y pondrá
gracia en tu vida, y todo lo que hagas será bendecido por el Señor. Su
presencia y su gracia ira contigo, el nos ha prometido "nunca te dejare,
nunca te desamparare, siempre te sustentare con la diestra de mi
justicia".
Este es el llamado de Dios para tu
vida, recíbelo… responde y di: Venid y volvamos a Jehová; porque el hirió y nos
vendara... Y conoceremos y proseguiremos en conocer a Jehová, como el alba está
dispuesta a su salida, vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía
y temprana a la tierra. ¿Sabes que sucederá? – Vendrá una restauración y un
avivamiento a tu vida, y darás frutos, porque eso es lo que produce la lluvia
del Espíritu Santo, cuando anhelamos conocerle más, espero que este pensamiento
sea de bendición para tu vida, y cambies de actitud y quieras conocer más de
Dios, ¡¡así serás templo de Dios, para que el
Espíritu de Dios more siempre en ti!! AMÉN.
Sergio Edo. Contreras Peralta
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