1ª Parte
Daniel 7:13-14 13Estaba yo mirando en las visiones de la noche, y he aquí que en las nubes del cielo venía alguien como un Hijo del Hombre. Llegó hasta el Anciano de Días, y le presentaron delante de él. 14 Entonces le fue dado el dominio, la majestad y la realeza. Todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su dominio es dominio eterno, que no se acabará; y su reino, uno que no será destruido. (RV60).
2ª Parte
Apocalipsis 5:1-14
1Vi en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono, un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. 2 También vi a un ángel poderoso que proclamaba a gran voz: "¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos?" 3 Pero ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro; ni siquiera mirarlo. 4 Y yo lloraba mucho, porque ninguno fue hallado digno de abrir el libro; ni siquiera de mirarlo. 5 Y uno de los ancianos me dijo: "No llores. He aquí el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos." 6 Y en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y de los ancianos vi un Cordero de pie, como inmolado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra. 7 El fue y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. 9 Ellos entonaban un cántico nuevo, diciendo: "¡Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos! Porque tú fuiste inmolado y con tu sangre has redimido para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación. 10 Tú los has constituido en un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra." 11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era miríadas de miríadas y millares(*) de millares. 12 Y decían a gran voz: "Digno es el Cordero, que fue inmolado, de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza." 13 Y oí a toda criatura que está en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, diciendo: "Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la gloria y el poder por los siglos de los siglos." 14 Los cuatro seres vivientes decían: "¡Amén!" Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron. (RV60).
Introducción
Hablar del libro de Apocalipsis solo como aquel escrito que nos entrega los sucesos de los últimos tiempos (Escatología), no es tan apropiado, ya que es mucho más acertado referirse a este tipo de escritos como género literario apocalíptico o “Literatura Apocalíptica”, en donde no solo se considera al libro de las revelaciones sino que además se debe asociar a este grupo, parte de los libros de Isaías (cap. 24-27; 33; 34-35), Daniel (cap. 1-12), Ezequiel, Zacarías, Joel y algunos capítulos de los evangelios sinópticos, tales como, Mateo, Marcos y Lucas (sin pasar por alto algunos pasajes de las Cartas del Apóstol Pablo, 1ª Tes.4:13-5:11; 2ª Tes.2). A esta clasificación corresponde asociar a todas aquellas expresiones literarias de la cultura hebrea y luego aquella desarrollada por los primeros cristianos, es decir, aquel período denominado “Helénico y Romano (de ocupación Palestina)” de los siglos II y I aC y luego el siglo I y parte del siglo II dC. Todos ellos escritos llenos de figuras grotescas que expresan mediante símbolos y complejas metáforas la situación y el sufrimiento del pueblo judío o de los seguidores de Cristo junto con su esperanza de una vida mejor, en donde la figura mesiánica salvadora hará su intervención con el fin de establecer un reino poderoso en la tierra. A este respecto no se debe olvidar el caso de que la apocalíptica cristiana, la cual cifra a partir de la Segunda Venida de Cristo o Parusía, parte de los eventos que involucran la apostasía de algunos, la irrupción del Anticristo (Mt.24:15; Dn.9:27;12:11), el período de la gran tribulación (Mt.24:9), el arrebatamiento o el mal llamado rapto para algunos, el Armagedón (Ap.15-16), etc. Eventos todos ellos que culminan con el gobierno Mesiánico Universal por un período profético de “mil años o Milenio” (Ap.20:4), y que luego finalizará con el Gran Trono Alto y Blanco y el juicio de Dios. Todos los cuales constituyen una revelación para toda la Humanidad, una señal, una advertencia, y una forma de recibir aquella esperanza suprema e infinita ante los difíciles tiempos que para algunos ya están ocurriendo y para otros han de venir. Por lo que el Señor mismo declara: "Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor." (Mt.24:42).
Sobre el contexto del capítulo 5, este hay que entenderlo a la luz del capítulo 4, donde Juan es llevado en el Espíritu a contemplar la magnificencia de Dios como el Altísimo, y se le muestra el lugar en donde se adora al que vive por siempre (v.9) sentado en un trono establecido en los lugares celestiales, esto es a Jesucristo el Señor. Su aspecto según lo describe Juan, es de una belleza indescriptible comparada con una de las más bellas joyas y piedras preciosas. El arco iris que observa Juan, creo debe representar, el pacto de Dios con el hombre por medio de Noe, como testigo inamovible de que Dios es fiel por toda la eternidad a su Palabra. Los veinticuatro ancianos que representan el gobierno celestial de cuyos co-gobernantes, todos ellos se rinden ante su Señor y Rey, Jesucristo. Y le adoran como muestra de una total entrega y dependencia a El. Los siete espíritus de Dios y los cuatro seres vivientes llenos de ojos representan la multiforme gracia de Dios expresada de diversas maneras y en todos los tiempos para con el hombre el cual se observa en la analogía que hace Juan con los “animales” descritos en Ap. 4:7; un León, un becerro, uno con rostro como de hombre y un águila, todos estos representan la diversidad de carácter o de temperamentos que posee el hombre (Sanguíneo, flemático, colérico y melancólico, etc.). Cada vez que estos seres vivientes (el hombre) dan gloria y honra y acción de gracias, es decir le rinden culto al Señor, los veinticuatro ancianos se postran delante del Señor y le adoran entregando sus coronas, rindiéndose a los pies de Cristo el Señor.
Ahí estaba el apóstol Juan, viendo todo este cuadro de figuras y en la mano del que estaba sentado en el trono un rollo de pergaminos, de la forma habitual de aquellos tiempos.
El Dr. William Barclay escribe en la primera parte de su comentario sobre el libro de Apocalipsis:
“Cuando un estudiante del Nuevo Testamento se embarca en el estudio del Apocalipsis le da la impresión de que se encuentra en otro mundo. Aquí tenemos algo totalmente diferente del resto del Nuevo Testamento. El Apocalipsis es no solo diferente, sino también notoriamente difícil de entender para el hombre moderno. En consecuencia, se ha abandonado muchas veces como totalmente ininteligible, y algunas veces se ha convertido en el terreno reservado de los excéntricos religiosos, que lo usan para trazar el calendario celestial de lo por venir, o encuentran en él evidencias para sus propias excentricidades. Un comentador abrumado decía que El Apocalipsis tiene tantos enigmas como palabras; y otro, que para estudiar El Apocalipsis hace falta estar loco, o querer estarlo”.
Como sea que queramos entender estas expresiones, lo que menos debemos hacer es “asustarnos” frente a la tremenda gama de metáforas y figuras que aparecen descritas en el, las cuales se hacen fácilmente comprensibles a todo estudioso de la Biblia cuando este es entrenado y preparado en la Palabra, lo que le permitirá conocer de las distintas “escuelas interpretativas”, el orden y el tiempo de los sucesos de lo que hoy conocemos como “Literatura Apocalíptica” (al menos en las escuelas no racionalistas).
¿A qué se refiere Juan cuando habla del “Libro sellado con siete sellos y que nadie, en toda la creación es digno de abrirlo, ni de leerlo, ni de mirarlo”?
Consideremos a este respecto, la Palabra de Dios.
I.- Consuelo para los Creyente
a) Los versículos del pasaje de Daniel son Palabra Viva y edificante, que sirven de consuelo y apoyo para el pueblo de Dios en medio de las persecuciones que les habrán de sobrevenir.
b) Muchas predicciones del Nuevo Testamento sobre el juicio venidero aluden simplemente a esta visión de Daniel, especialmente Apocalipsis 20:11-12. Aquí se llama Hijo del hombre al Mesías; Él fue hecho a semejanza de la carne pecadora y fue encontrado como hombre, pero sin pecado, porque Él, es el Hijo de Dios.
c) El suceso más grande anunciado en este pasaje de Daniel, es la venida gloriosa de Cristo a destruir todo poder anticristiano, y hacer Universal Su Reino en la tierra.
d) Pero tiene que llegar este tiempo solemne para que se manifieste la gloria de Dios a todos los mundos, a toda criatura, en donde cada una de ellas sea tratada por Dios. Algunos en juicio, a otros la Vida Eterna. Donde el Padre dará abiertamente a su Hijo encarnado, nuestro Mediador y Juez, la herencia de las naciones y a cada uno de nosotros como sus súbditos y coherederos.
II.- El Reino está siendo revelado sobre la tierra
Tanto el pasaje de Daniel capítulo 7 como el de Apocalipsis capitulo 5 nos evidencian dos visiones que son idénticas entre sí, solo que en el capítulo 5 del libro de Apocalipsis se añade lo que no le fue revelado al profeta Daniel, esto es, que los reyes y sacerdotes de la era de la iglesia estarán asociados en el reino “sobre la tierra” con el Hijo del Hombre, Cristo, el Cordero que fue inmolado. Cristo, en su carácter de Rey soberano, vencedor, resucitado y que posee las llaves. El que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre (Ap. 1:18; 3:7), el cual gobernando a la diestra de Dios Padre Todopoderoso, El y sólo El abrirá el Libro y sus Siete Sellos.
a) Por tanto como dice la Escritura: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. (Mt. 24:4-5).
b) El libro y sus siete sellos. En el verso 1 de Apocalipsis 5, se puede observar que en las manos del que está sentado sobre el trono, es decir, Dios el Padre, se encuentra un libro en forma de rollos de pergaminos. Este rollo es muy especial, pues contiene siete sellos. En los tiempos de la Biblia cuando alguien tenía que deshacerse de una propiedad o de un esclavo por causa de necesidad, había ciertas condiciones por la cual un familiar podía redimirlo, es decir, comprarlo o adquirirlo al que lo había comprado inicialmente. Cuando este trato se llevaba acabo, el titulo, es decir, la escritura de la propiedad se entregaba en forma sellada al dueño que redimía o compraba dicha propiedad. Por otro lado, estos rollos representan los propósitos secretos de Dios que iban a ser revelados. Designios, Métodos, Modelos directos de la providencia divina para la Iglesia y el mundo que quedaron establecidos, determinados y registrados por escrito. Dichos consejos de Dios quedaron por entero ocultos de los ojos y del entendimiento de las criaturas. No se quita el sello ni se abren de inmediato las diversas partes del rollo, sino una parte después de la otra, hasta que todo el misterio del consejo y conducta de Dios esté consumado en el mundo.
c) De la redención y su costo (Ref. Rut 4). Dios tiene en su mano el rollo que contiene el precio y las condiciones para redimir al universo, al hombre, toda su creación y el único soberano, Rey y vencedor es Cristo el Señor, el único que puede ver, tomar el libro y abrirlo, pues fue él el que pagó un alto precio, derramo Su Sangre preciosa en la cruz del calvario por los pecados de toda la humanidad.
d) Nadie era digno, solo uno.
i) Ningún ser humano tiene la potestad para tomar y conocer lo que Dios en su sola potestad puede hacer. Y Jesús, Dios en persona tiene la facultad para hacerlo porque fue hallado justo al tomar forma de siervo e ir a la muerte de cruz por medio de su obediencia y fe, por lo cual fue exaltado a lo sumo otorgándole el Padre todo Dominio, todo Señorío y todo Poder (Fil 2:1-11). Así es, Todo honor se atribuye solo a Él, como digno de abrirlo. Las criaturas no pueden abrir los rollos ni leerlos; sólo el Señor puede hacerlo. Muchos desean conocer más de Dios, sus revelaciones y los misterios de su consejo y muchos lamentan por ello que Dios no les responda en el tiempo que ellos desean, pero Dios es soberano y conoce los tiempos para cada uno de sus hijos.
e) De los siete Espíritu de Dios. Esto no quiere decir literalmente que Dios posea siete espíritus, esta interpretación es errónea por cierto, más bien corresponde a cierta doctrina de demonios, los cuales quieren hacer creer que Dios tiene más de un Espíritu con la cual conforma Su Trinidad como Dios. Esto no es así obviamente, más bien indica a la persona del Espíritu Santo que es el Espíritu de las siete iglesias (Zac 4:6, 10), algo así como los ojos de Jehová el Señor, que recorren toda la tierra. (v6b “enviados a toda la tierra”).
III.- El cordero de Dios digno de toda alabanza. Apoc 5:8-14.
a) Jesús fue, es y será el Testigo Supremo para Dios, y murió a causa de tal testimonio. Es por eso que en el capítulo 4 de Apocalipsis los veinticuatro ancianos se postran ante Jesús, el cordero de Dios que vive y reina para siempre. (Mar 14:62, 63; 1 Tim. 6:13), porque este testigo, término que en griego significa "mártir", es el primogénito de entre los muertos que nos lleva por su resurrección a reconocer que él ha tomado, que él ha asumido desde ese instante en la historia de la creación, el primer lugar en el Reino de Dios y ha sido Dios quien lo ha hecho heredero de todo, y este rol, El lo ha asumido en favor de toda la humanidad. Por eso, Él es el soberano de los reyes de toda la tierra y se resalta y revela su supremacía sobre todos los gobernantes hostiles de este mundo, cuya oposición no puede impedir la victoria y la irrupción de su Reino. Por tanto, solo Él es digno de recibir toda gloria, toda la honra y honor, bendito sea Su Nombre para siempre!!.
b) Algo más a cerca de su primogenitura, al decir que Jesús es el primogénito: “Esto quiere decir que Dios tiene Supremacía, Preeminencia, Autoridad, Dominación, Predominio, Superioridad, Grado Supremo en cualquier línea o superioridad jerárquica”.
c) Es tema de gozo para todo el mundo ver que Dios trata con los hombres con gracia y misericordia por medio del Redentor. Él gobierna el mundo, no sólo como Creador, sino como nuestro Señor y Salvador.
d) Las arpas eran instrumentos de alabanza, de júbilo; los vasos estaban llenos de perfume o incienso, que representan las oraciones de los santos: la alabanza y la oración siempre deben ir juntas. ¡Qué palabras podrían declarar más plenamente que Cristo es, y debe ser, adorado igualmente con el Padre por todas las criaturas por toda la eternidad!. Dichosos los que adorarán y alabarán en el cielo, y que por siempre bendecirán al Cordero que los libró y los apartó para sí por su sangre. ¡Cuán digno eres tú, oh Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, de nuestras alabanzas más hermosas!. ¡¡Todas las criaturas deben proclamar tu grandeza y adorar tu majestad!!.
e) Al entonar un cántico nuevo, estamos dejando fluir el Espíritu Santo en nuestras vidas, viviendo en comunión con El. Haciendo viva aquella Palabra de Jesús que dice “Que podamos ser uno en ti” (Jn 17:11b; 21-24). El padre en nosotros nos hace estar gozosos, nos hace dar gracias, nos da su paz, nos entrega la unción de su presencia y cuando esta gloria del Padre es manifestada vienen de la mano los milagros y sanidades para que el nombre de Dios sea exaltado.
f) Ahora cantamos un cántico nuevo para reconocer a Jesús, a Dios nuestro Padre Celestial y no solo eso, sino que estamos declarando el poder de la Deidad. ¡Solo Él es digno de abrir los sellos!, y entregarnos así, las revelaciones, para darnos a conocer sus planes y propósitos para su iglesia. Para reinar con Él como reyes y sacerdotes, que provienen de todas las razas del mundo, de todos los pueblos y naciones del mundo, porque este mundo es el que debe declarar y reconocer la grandeza de Dios y su misericordia.
IV.- De los Rollos Escritos.
a) ¿Cuál podría ser el contenido del libro o de estos rollos?. Lo que sigue indica que estos rollos contienen la historia de los conflictos que la iglesia ha tenido desde su fundación por Cristo, hasta el fin de los tiempos.
b) Lo que Dios ha escrito en ellos, tiene que ver con lo Cristo ha hecho por todos nosotros, su Iglesia, El ha redimido a su pueblo de la esclavitud del pecado, de la culpa y de Satanás.
c) Los Rollos dicen que “El, ¡¡Cristo ha vencido!!”. La victoria de Jesucristo sobre Satanás lo hacen digno. Él fue inmolado en la cruz para cumplir el plan de salvación que la Divinidad había creado “desde antes de la fundación del mundo”. Porque Él es el Cristo, el Hijo del Dios viviente, el primero y el último, el Alfa y Omega, el Eje de toda la Historia. ¡¡¡ALELUYA!!!.
AMÉN
1.- Nombre las cuatro escuelas más importantes de interpretación de Apocalipsis y explique el postulado de cada una de ellas. Luego, mencione su parecer con respecto a la escuela más correcta y explique por qué.
Existen cuatro escuelas interpretativas de Apocalipsis.
i. Escuela Preterista (pretérito = pasado)
Describe en un lenguaje velado los eventos del propio tiempo de Juan hasta el final del Imperio Romano o, por lo menos, hasta la conversión de Constantino. Esta interpretación tiene la desventaja de que sólo es significativa para ese tiempo, pero para nosotros no es tan relevante. La bestia puede ser vista sólo como el Imperio Romano y Babilonia es Roma. Sin embargo hay claras referencias a la Roma del tiempo de Juan y es útil conocer las circunstancias del tiempo de Juan al interpretar el libro. En Ap. 1:11, a Juan se le dice "Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea", así que de alguna forma es similar a las cartas de Pablo a los Romanos, Corintios, Colosenses, Efesios y Tesalonicenses. Tanto en las cartas de Juan como en las de Pablo, Dios ha escogido que éstas sean preservadas para Su iglesia a través de los siglos. Así como la carta a los Corintios trata problemas específicos que tenían entonces, también trata con estos problemas para los siglos futuros. En la misma forma, Apocalipsis trata con los problemas enfrentados por las siete iglesias de Asia, pero también tiene mucho que decir a las generaciones futuras. Debido a que Juan usa imágenes simbólicas, el Apocalipsis no está atado sólo al Imperio Romano sino que también puede ser usado para describir sucesivas tiranías perseguidoras a lo largo de los siglos. Los siguientes tres métodos de interpretación tratan con el valor del Apocalipsis para las generaciones futuras en distintas formas.
ii. Escuela Historicista
Este es un cuadro de toda la historia, desde la primera venida de Cristo hasta Su segunda venida (Parusía, gr. παρoυσία, presencia, llegada - advenimiento glorioso de Jesucristo al fin de los tiempos), y más allá. En este método la gente tratará de hacer que las secciones del Apocalipsis encajen con eventos históricos específicos. La bestia es vista como la manifestación corriente de la bestia, como el papado en el tiempo de la Reforma. Esta posición es insostenible porque habrá una gran variedad de interpretaciones a través de las edades. Pero, dado que los principios son válidos para todas las generaciones, como sugeriría el idealista, cada generación debería poder identificar los personajes retratados por Apocalipsis. Por lo tanto, la visión del historicista no debería ser denigrada. Ha provisto consolación en tiempos de persecución a lo largo de la historia de la iglesia. La interpretación histórica más importante desde el siglo XII hasta los tiempos de la Reforma hace que el papado sea la bestia y Roma o la iglesia romana, Babilonia. Sin embargo, hacer de Apocalipsis un cuadro de toda la historia humana y como consecuencia usarlo para predecir cuándo llegará el fin está mal, y no era la intención cuando fuera leído Apocalipsis, pero usarlo para fortalecer al pueblo de Dios que estaba pasando por pruebas específicas es un uso válido.
iii. Escuela Idealista o Poética
Entre mensajes para el primer siglo y profecías del futuro lejano, trata principalmente con principios que son siempre válidos en la experiencia cristiana. La bestia es el Imperio Romano en el tiempo de Juan, pero también una sucesión de imperios impíos que conducen hasta el último imperio del que surgirá el anticristo. Dado que los cristianos han sido perseguidos a lo largo de las generaciones, cada generación debería poder identificar cuál es su bestia.
iv. Escuela Futurista
Es mayormente una profecía de eventos que están por ocurrir, especialmente justo antes de la venida de Cristo. Esta es la interpretación normal de alguien que lee el libro por primera vez porque su simbolismo parece tan fantástico. Significa que el libro será especialmente relevante para los de la última generación. La bestia es vista como el anticristo que emerge de un Imperio Romano revivido. Es claro que la Segunda Venida aparece en forma prominente a través del libro, y por lo tanto hay verdad en el punto de vista futurista, pero esta visión tiende a pasar por alto la verdad espiritual que es valiosa hoy. Sin embargo, note que a Juan no se le dice que selle el libro (Ap. 22:10) porque el tiempo está cerca, aunque a Daniel se le dijo que sellara el libro hasta el tiempo del fin (Dan. 12:4). Esto significa que el libro está a punto de comenzar su cumplimiento. El libro de Apocalipsis fue escrito inicialmente a las siete iglesias de Asia (menor) y de aquí el punto de vista preterista. Sin embargo, el libro alcanzará su cumplimiento final cuando aparezca el último anticristo y Cristo vuelva; este es el punto de vista futurista. Ladd divide los puntos de vista futuristas en dos tipos, el moderado y el extremo, conocido como dispensacionalismo. El segundo hace una marcada distinción entre Israel y la iglesia, las cartas a las siete iglesias tratan con las siete edades de la historia de la iglesia, del capítulo 7 en adelante se refiere a Israel porque la iglesia ha sido llevada en el rapto a esta altura, así que no sufre la gran tribulación, que ocurre durante los últimos 3 y medio años de la historia. Este punto de vista es sostenido ampliamente en Norteamérica. El mejor exponente de este punto de vista es Walvoord.
El futurista argumentará que la interpretación preterista está errada porque el Apocalipsis trata de los últimos tiempos, pero durante el tiempo del Imperio Romano la interpretación preterista era el último tiempo. Un comentario similar podría hacerse de la interpretación historicista durante la Reforma. La interpretación idealista es probablemente la más relevante hoy, para satisfacer las necesidades de hoy durante los tiempos difíciles cuando los cristianos están bajo presión y por cierto no descuenta una realización futura tampoco.
“Yo cuestionaría fuertemente la idea de que Apocalipsis sólo tiene una realización futura” (dice el autor de este comentario R. A.Taylor).
Se debe destacar que "Juan mismo no podía ser preterista, historicista, futurista e idealista, sin contradicción. Él escribió desde su propia situación inmediata (sit im leben). Sus profecías tendrían una realización histórica, anticipó una consumación futura y reveló principios que operaban debajo del curso de la historia.
El problema interpretativo surge del hecho de que el Fin no llegó en hora." Si el autor de Apocalipsis es el autor del cuarto evangelio, entonces ciertamente esperaba estar vivo cuando volviera Cristo (Juan 21:21-24). Si leemos la primera carta de Juan, 2:18 indica que él consideraba que él estaba viviendo en la última hora.
Comentario personal
El problema para cualquiera que trate de interpretar el libro de Apocalipsis es que al leer el texto uno puede encontrar apoyo para todos estos puntos de vista. Ciertamente a partir de la generación de Juan y de ahí en adelante, muchos imperios y sistema de gobiernos vendrían a conducir los sucesos de cada parte de la historia de la humanidad. Y este libro fue escrito para todas las generaciones que han pasado y han de venir hasta el cumplimiento cabal de todas las cosas enunciadas en el. Desde ya en Ap. 1:3 se nos dice que hay una bendición para todo aquel que lee las palabras de esta profecía y guarda su mensaje porque el tiempo está cerca. Pero como sabemos que ninguna profecía es de interpretación privada, creo necesario cotejar, considerar y evaluar a la luz de los hechos que le corresponda vivir a cada generación el cumplimiento total o parcial de los preceptos aquí anunciados. En consecuencia, creo que la escuela de interpretación que más cuadra con mis principios y formación es la escuela futurista, es decir aquella que reconoce que este libro posee profecías y eventos que están por ocurrir y que se mencionan de manera muy detallada, con un sin número de simbolismos que nos enseñan que Apocalipsis no puede ser usado para predecir el futuro como una epístola mágica, sino que su mensaje ha de estar velado para el hombre y su cumplimento solo esta en la soberanía y en las manos de nuestro Dios. Cuyo propósito es prepararnos para el futuro, especialmente para la consumación de todas las cosas, cuando Cristo sea revelado.
2.- Resuma, con sus propias palabras, el conflicto que existe entre los teólogos con respecto a la autoría de Juan de Apocalipsis.
En lo personal nunca me había cuestionado la autoría de este libro, sin embargo, y a la luz de tener más antecedentes, puedo observar dos posiciones claramente distinguibles en esta problemática de reconocer al autor del libro de Apocalipsis. Quienes afirman que fue Juan el discípulo amado, y otros que afirman que no fue Juan, sino alguien que uso es seudónimo o simplemente se llamaba de esa forma.
* Miríada es el nombre en griego clásico para el número 104 = 10.000 = 1002, esto es, cien veces cien. A veces se emplea en español como adjetivo que denota un número grande o incalculable. Una "miríada" significa "muchísimos" y a su vez, la miríada de miríadas es 10 elevado a 8 = 10.000 elevado a 2 = 100.000.000.-
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