Marcos 11:12-14: 12Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 13Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 14Entonces Jesús dijo a la higuera: “Nunca jamás coma nadie fruto de ti”. Y lo oyeron sus discípulos.
1ª Tesalonicenses 1:5 5pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.
Introducción
En cierta ocasión Jesús queriendo comer del fruto de la higuera no pudo, porque no había nada, ningún fruto, solo hojas. Y aunque no era el tiempo de higos, Jesús maldijo dicha higuera diciendo: “Nunca jamás coma nadie fruto de ti”. Al día siguiente esta se había secado desde la raíz.
Considerando que a nosotros el Evangelio NO NOS llegó solo en “palabras”, huecas y vacías, sino que nos llegó en PODER en el Espíritu Santo y en plena certeza y convicción por el conocimiento que llegamos a tener de aquellas personas que nos lo compartieron, nos lo entregaron con profundas demostraciones de amor entre nosotros. Es por ese amor que nosotros recibimos y que nos fue dado, es que HOY estamos aquí para compartirlo con cada unos de USTEDES… para proclamar juntos EL AMOR, EL PERDÓN DE DIOS Y EL PODER DE SU PALABRA.
Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón (Heb. 4:12).
¿Por qué proclamamos la Palabra?
I.- Porque es una gran Necesidad del hombre.
i) Por gratitud a Dios por lo que El hizo por nosotros.
ii) Porque El nos amó primero (porque de tal manera amó Dios al mundo… Jn. 3:16).
iii) Por obediencia a su mandato (ID y proclamar el Evangelio a toda criatura Mt.28).
iv) Por amor a las personas que reciben y necesitan de esta Palabra.
II.- Porque la Palabra de Dios tiene Poder.
i) Porque fue el mismo Señor Jesucristo quien nos enseño a Proclamar las Promesas de Dios con nuestros labios.
ii) Porque la Palabra de Dios son semillas que sembramos en FE (Mat. 13:13 vss.).
iii) Para la destrucción de Fortalezas espirituales de maldad (2ª Cor.10:4). Para derribar todo argumento que se levante en contra de Dios y de su iglesia. Para derribar todo Principado, toda potestad y toda hueste de maldad de las tinieblas que se oponga a la Palabra de Dios.
iv) Para liberar al hombre y a la mujer de toda condenación por medio de la Buena Nueva del Evangelio de Jesucristo. (Col. 2:13-15).
v) Cuando Jesús maldijo la higuera, lo hizo por amor a nosotros, PARA QUE SUPIESEMOS EL PODER QUE TIENE SU PALABRA (v.14).
III.- Porque la Palabra de Dios tiene poder Creador.
i) La Palabra hecha Carne. Fue Dios quien tomó la iniciativa para llegar a nosotros por medio del Verbo encarnado, Jesucristo el Señor.
ii) Pues por la FE entendemos que el Universo fue creado por la Palabra de Dios. (Heb.11:3). Porque lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. El mundo no fue hecho de cosas visibles. Con el ojo físico Ud. No puede ver el efecto de la Palabra de Dios, ni medir con su vista la fe que se necesita para hacer que las cosas sucedan, lo racional del hombre no puede dimensionar la grandeza de Dios. Así que, solo podemos reconocer, ¡Que TODO sucede solo por el poder de la Palabra de Dios!. Una Palabra de Poder no puede ser sometida a análisis matemático, ni escrutinios estadísticos. Porque lo que recibimos por Fe solo puede ser dimensionado según nuestra medida de fe, lo que tú pidas, te será hecho conforme a la medida de tu Fe. Es por tal motivo que necesitamos cambiar nuestros viejos paradigmas o viejas estructuras que nos limitan a lo ya establecido y no nos dejan descubrir las nuevas dimensiones a las que el Señor nos quiere llevar.
iii) Porque Nada hay imposible para Dios. Es por ello que TU debes primero recibir esta palabra en tu espíritu y luego ésta se manifestará en tu vida cotidiana (Lucas 1:37). Así sucedió con María, ella recibió la Palabra y luego esta se formo en su vientre.
iv) Una Palabra que tú recibes de parte de Dios, viene a REFORMAR y a REFORMULAR toda tu vida, con ella deberás replantear el sentido, la dirección que le has estado dando a tu vida y tomar la dirección que Dios te indica que sigas. En la Biblia encontramos muchas demostraciones de este principio. Josué fue uno de ellos, El Señor le dijo: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. Y así fue, el supo obedecer a la Palabra y por esa palabra el llegó a la tierra prometida.
IV.- Porque la Palabra de Dios es Luz.
i) Fue por medio de su Palabra con la cual El nos anticipo sus propósitos por medio de sus siervos los profetas (Amós 3:7).
ii) Todo lo que Dios hace y ha hecho, nos lo ha dado a conocer, porque El es LUZ y se revela como la luz del día. “Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).
iii) Donde está la luz de Dios, no puede haber ninguna tiniebla, y el Espíritu Santo, su presencia lo confirma y reafirma.
Conclusión
Y para finalizar, debemos afirmar y confesar continuamente la Palabra de Dios. Pues en ella, hay poder creador para cada creyente, y este poder es para vida, aprendamos a usarlo sabiamente: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Heb. 10:23 ).
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. (Jn. 15:7).
Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio (Mat. 12:36).
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. (Mat. 12:37).
Asimismo, que nuestras palabras tengan el poder de construir y no de destruir. El poder de la palabra utilizado positivamente con amor, será un maravilloso instrumento de bendición, pero utilizado negativamente con egoísmo y desamor, será un terrible instrumento de maldición.
Cuidemos, pues, nuestras palabras en todo momento, procuremos que jamás perjudiquen ni causen dolor a los demás, sino que por el contrario, sean siempre expresión de nuestro amor y de nuestros fraternales pensamientos y sentimientos para bendecir.
Y finalmente, Que nuestros hechos, hablen más fuerte que nuestras palabras…
Les Bendice, Sergio Eduardo Contreras Peralta.
E-Mail sergiotorys@gmail.com
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