Hechos 2:1-13
1Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
5Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 11cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? 13Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto. RV60.
Introducción
Nos enfrentamos al cumplimiento de la profecía de Joel, la cual es mencionada por el Apóstol Pedro en este mismo capítulo (ver discurso de Pedro Hch 2:17-18), lo cual constituye el advenimiento de la promesa del Espíritu Santo. Y referente al día de Pentecostés, hay que señalar que este correspondía al quincuagésimo día después del sábado de la semana de Pascua. Por las siete semanas que duraba, el Antiguo Testamento la llama "la fiesta de las semanas"; y por la cosecha de trigo que se hacía en ese intervalo, se le llamaba "la fiesta de la siega" (Éxodo 23:16); pero también, por la ofrenda peculiar que se realizaba en ella se le conocía como "día de las primicias" (Números 28:26).
Al generalizarse el idioma griego Koiné en Palestina como consecuencia de las conquistas de Alejandro, obtuvo el nombre griego de Pentecostés (es de considerar que una vasta mayoría de teólogos Dispensacionalistas ven el comienzo de la Iglesia en este capítulo, Hechos 2, otros en el cap. 9, el 13 y hasta en el cap. 28).
Este día correspondía a una de las tres fiestas que se celebraban en el año Judío y en ella se exigía a todo varón judío que estuviese presente. Recordemos que fue en una de estas fiestas, “la Pascua”, cuando tuvo lugar el juicio que condenó a nuestro Señor Jesucristo a la muerte, y a la siguiente, Pentecostés, muy apropiadamente se escogió para la ocasión en que se vindicase Su reino en la tierra. Hasta el día fue apropiado, siendo el primero de la semana cuando resucitó.
Echemos un vistazo al pasado y confrontémoslo a nuestro presente considerando La Palabra de Dios.
I.- La promesa. Hechos 2:16-21; Joel 2:28-32;
a) No habrá promesa si no hay arrepentimiento. El Espíritu Santo descendió sobre ellos, y una nueva vida, de poder y bendición, comenzó a evidenciarse poderosamente, pero solo en aquellos dispuestos a recibir tal bendición. Los que pagan el precio de estar unánimes, juntos, a la expectativa de algo nuevo y poderoso de parte del Señor.
Dice Andrew Strom: “He estudiado relatos de muchos avivamientos del pasado. Me di cuenta de que muchas ideas actuales acerca de lo que es avivamiento, son inadecuadas, e incluso dañinas y engañosas. Muchos cristianos creen que "avivamiento" es solo un tiempo de gran celebración, gozo y "cosecha". Ellos no se dan cuenta de que estas cosas son el "fruto" que SIGUE DESPUÉS del verdadero avivamiento. El avivamiento en sí consiste en la purificación del pueblo de Dios. Cuando Su pueblo ha caído en degeneración espiritual, entonces un verdadero avivamiento traerá primero una tremenda convicción del pecado, y arrepentimiento profundo. Cuando estos cristianos sean convencidos y purificados, entonces podrán nuevamente ser vasos limpios, usados para traer la bendición y salvación de Dios al mundo. Un verdadero avivamiento dobla las rodillas de los hijos de Dios”. En tanto, otro hombre de Dios llamado Frank Bartleman agrega, "La profundidad del avivamiento será determinada exactamente por la profundidad del espíritu de arrepentimiento".
b) Somos primicias ante las demás criaturas; Santiago 1:17-18 declara “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”. No fue a los ángeles ni arcángeles a los que escogió Dios, fue a nosotros su iglesia a los que llamó de las tinieblas a su luz admirable, para ser portadores de la bendición de su presencia y poder. Por lo tanto, esta promesa fue concebida en los cielos para bendecirte a ti !!. Esto también nos habla de que nuestro Padre celestial no cambia, y su palabra tampoco, lo que dijo y prometió se cumplió, Dios no es deudor de nada ni de nadie.
c) Esta Fiesta Espiritual, o este avivamiento fue parte del diseño divino generado en los cielos para potenciar a su iglesia y dotarla de los dones necesarios para llevar a cabo la tarea más sublime, la más gratificante, comunicar el Evangelio del Reino a toda criatura. Para que la iglesia, el pueblo de Dios sumase adeptos, es decir, como dice el Apóstol Pablo en Efesios 1:4b, “para que fuésemos santos y sin mancha delante de él”, “v.5 para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo”, “v.10 para reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.”, “v.12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria”, este es el propósito que da vida a la iglesia, ser verdaderos adoradores de Dios, avivados o potenciados para llevar adelante sus propósitos.
d) Miembros de la Familia Celestial, El Apóstol Pablo aclara el propósito que ha tenido Dios Padre para darnos a entender sus planes. En Efesios 2:18-19 nos aclara que fuimos llamados para formar parte de la familia de Dios “porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios”. Por lo tanto, el advenimiento del Espíritu Santo no ha sido sino para sellarnos para salvación. Y este sello es la impresión del Espíritu Santo de que somos propiedad del Dios de los Cielos (2ª Cor. 1:22; Ef. 1:13; 4:30).
Efesios 1:13b dice “fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”. 2ª Cor. 1:22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. (Arras = Prendas del Espíritu Santo), se constituyen en un anticipo, o un poder inicial que da Dios al corazón del cristiano.
II.- Del Impacto causado según los distintos estados de ánimo.
a) Un avivamiento es para toda la iglesia.
Este es un principio de Dios dado a los hombres solo por Su misericordia, para que todo aquel que en El cree tenga salvación y vida eterna y luego reciba Poder de lo alto para vivir una vida de victoria.
Un hermano llamado Pedro Jara escribió lo siguiente: “Avivamiento es una palabra muy usada en medio de la iglesia de Jesucristo. Cuando se nombra, se asocia con milagros, señales y abundante multiplicación, pero ¿es sólo eso lo que incluye esta palabra? ¿Es sólo eso lo que debemos esperar para nuestro país?. Creemos que efectivamente viene un gran avivamiento sobre esta nación, que este avivamiento incluye todo lo sobrenatural con lo que se asocia, pero creemos también, que incluye un mover profundo en el ámbito de lo natural. Creemos que todas las áreas de esta sociedad se verán no solo impactadas sino también transformadas por el poder de Dios, que veremos a la iglesia de Jesucristo emprendiendo iniciativas y ocupando puestos estratégicos en todas las esferas de la sociedad, es decir, Gobierno, Economía, Educación, Medios de Comunicación, Arte y Cultura, Salud, Deportes, etc.”. Un avivamiento tiene la particularidad de afectar positivamente a toda una nación.
b) Lo que debemos dejar, hay un precio que pagar.
Para que esto sea una realidad que la podamos compartir vamos a tener que desprendernos de muchas cosas que entorpecen el mover de Dios. Ciertos atavíos que nos encadenan y no nos permiten avanzar y que solo son resabios de la vieja naturaleza (Celos, contiendas, borracheras, pecados de toda índole).
Lo primero es estar firmes en el propósito de desear y recibir este avivamiento. Dice que “estaban todos unánimes juntos”. Unánimes (adj.), en un sentido, se aplica a la decisión u opinión que es común a todos los miembros de un grupo de personas, pero también se aplica al conjunto de personas que tienen la misma opinión o sentimiento. Fueron estos que estaban unidos los que fueron “llenos del poder de Dios”. Llenos quiere decir que estaban henchidos, en plenitud de la llenura del Espíritu, en este caso, de la presencia del Señor.
c) Diversos Estados de Ánimo
No todas las personas somos iguales, pero en el pasaje nos queda claro que todos los que estaban ahí presentes recibieron la manifestación del poder de Dios, más no todos reaccionaron de la misma forma, veamos:
Están los Confusos, aquellos que no disciernen los tiempos ni los acontecimientos como para darse cuenta si esto es de Dios o no. Porque ven todo como algo oscuro, dudoso, poco perceptible, difícil de distinguir. Son personas más bien turbadas, temerosas que quedan perplejas al no entender el mover de Dios y se olvidan por completo ¿Qué dice la Palabra de Dios al respecto?, es decir, son gente que forma parte de la iglesia, no ajena.
Están también aquellos que quedan Atónitos y perplejos: Alguien que queda pasmado o espantado de un objeto o suceso raro. Y esto también se aplica a las personas que sienten confusión o asombro en determinadas situaciones y no saben qué hacer, pensar o decir.
También están los Maravillados, aquellos que por una acción o efecto de maravillarse lo hace por algún suceso, cosa extraordinaria y que causa mucha admiración.
El milagro de esta maravilla ha sido una revelación sin precedentes ya que todas las barreras culturales que resultan ser verdaderas fortalezas de ataduras culturales tales como la religión, la raza, el género y el idioma no fueron nada en comparación con la voluntad sanadora y reconciliadora de Jesucristo, el cual "derribó el muro de enemistad que nos separaba" (Efesios 2:14).
De aquellos burladores como Sambalat y Tobías del libro de Nehemías, que solo podían reírse de lo que no entendían, ellos también necesitaban esta sanidad, este poder, pero se perdieron la oportunidad por no estar atentos al mover de Dios (aquellos muchos cristianos que se oponen férreamente a esta reconstrucción a este mover de Dios para los últimos tiempos) nos atacan, nos desarman con sus críticas más ácidas. En algún momento, cada uno de nosotros ha sentido esto como un aguijón deshumanizador. Una mirada o una palabra, una broma o incluso una ley que nos es contraria. En un determinado momento, cada uno de nosotros ha conocido la sensación de vergüenza, la decepción, el insulto o la autoalienación que experimenta una persona extranjera. La crítica suele ser muy dañina. (Alienar, que padece una alteración temporal o permanente de la razón y de los sentidos).
Esto se asemeja mucho al momento cuando algunas personas llegan a la iglesia diciendo: ”Bueno, yo creo que el culto de adoración ha de ser digno de Dios. Estas personas no conocen la diferencia entre la dignidad y la rigidez de un cadáver. Si su corazón está tibio, frío o indiferente, el culto se presentará de la manera en que usted le rinda culto a Dios. (James Merritt - president of the Southern Baptist Convention).”
Conclusión
Respecto de todo lo anterior, el Consejo Mundial de Iglesias declaro el año 2005 lo siguiente: “El Creador dio el ser a todo lo que existe. Cristo se nos ha revelado "todo en todo". El Espíritu Santo sopla, como el viento, donde quiere. Dios no conoce límites.
Pentecostés nos obliga a ampliar nuestra idea de Dios, y comenzamos a ver que no hay límites a las infinitas formas de interacción de Dios con el mundo. La misericordia de Dios es más profunda que lo que podemos imaginar. Dios es más abierto que lo que habríamos soñado nunca. Dios ama más de lo que pudiéramos concebir. Empezamos a comprender también que los límites que experimentamos en este mundo son límites que nos hemos puesto unos a otros y a nosotros mismos” (Mensaje de los presidentes del CMI. Pentecostés 2005).**
No podría precisar, ni humanamente, ni con los ojos de la fe puestos en Cristo el Señor, los dichos respecto de este gran despertar en lo sobrenatural que afectara positivamente el ámbito material, trayendo consigo una enorme bendición en lo económico para el o aquellos que recibamos ese mover de Dios. Si revisamos la historia de nuestros hermanos pentecostales, aquellos que experimentaron dicho avivamiento a comienzos de los 1900 (02 - 09), lo vivieron para tener mayor santidad y mayor consagración. ¿Cuánto les duró?, en lo personal no lo se. Pero supongamos, solo supongamos que hubiese durado 30 años, es decir, hasta 1940 (aprox.) y siendo generosos que ese despertar les hubiese durado hasta comienzos de los 60's, a estas alturas tendríamos muchas universidades, radios cristianas (no espacios arrendados), empresas, y hubiésemos tenido al menos un presidente "canuto". Pero nada de eso ha pasado. Entonces, cabe preguntarse ¿por qué habría de ser distinto ahora?, si la respuesta es “ah porque ahora existen pastores "preparados" para esto!!”, permítanme respetuosamente ponerlo en duda. Y no es capricho, he conocido a varios de esos "preparados" que de lo único que están preocupados es ver si el número de hermanos del día Domingo sobrepasa los 1000, 2000 hermanos solo para sacar cuentas jugosas de cómo van a ser sus ofrendas.
No quiero aburrir a nadie, pero algo que escribí tiempo atrás, luego de volver de Melbourne Australia, lugar al que fui por tres meses junto a mi esposa a enseñar y a predicar la Palabra del Señor, sin que ningún ministerio me solventara o apoyara económicamente. Los mismos que en esos momentos hablaban de Avivamiento, no estaban ni siquiera preocupados de cómo hacer que dicho avivamiento llegase a nuestro país y lo que es peor, pedían ofrendas misioneras (se recolectaron 8 millones) y solo entregaron como mucho 2 millones de pesos al "pobre siervo" que enviaron a la ciudad de Arica, pero el auto nuevo del año, no les faltaba.
Son muchas las cosas que deben cambiar en nuestro país antes de recibir dicho avivamiento, lo primero que debe ocurrir es un GRAN ARREPENTIMIENTO (2ª Crón. 7:14-16, Hechos 3:19-21). Nuestros ojos están por ver que no importa qué tanta abundancia Dios traiga a las vidas porque todos van a estar postrados en la presencia de Dios, adorándolo y alabándolo, Dios está por levantar una generación transformada, santa, limpia, honesta, llena de bendiciones que no por estar en abundancia dejará de alabar su nombre. AMEN.
Les Bendice Sergio Eduardo Contreras Peralta
E-Mail sergiotorys@gmail.com
** Ref. CMI. http://www.adital.com.br/Site/noticia2.asp?lang=ES&cod=16559
Accesado 04-Nov-2009 Sergio Eduardo Contreras Peralta (Santiago de Chile, 04 de Noviembre de 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario