jueves, 7 de febrero de 2008

El Evangelio que Predicamos

El Evangelio que predicamos...

Texto Base
Efesios 6:15 dice: “y calzados vuestros pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz.”

¿Por qué debemos calzar nuestros pies con el apresto, la preparación del evangelio de la paz?. Simplemente porque eso nos indica que debemos “caminar” poniendo en práctica, debemos vivir cada día de nuestras vidas bajo los principios y enseñanzas del Evangelio de Jesucristo. Hoy en día muchas iglesias son puro “Bla, Bla”, solo enseñanza, sin vivir lo que se enseña.

Dice Hechos 1:1 “En el primer relato escribí, oh Teófilo, acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar”.

Jesús vino a “Hacer” y a “Enseñar”, lamentablemente hoy en día hemos vivido solo enseñando, muchos solo enseñan, pero no practican, no hacen la Palabra, ¡¡PURA ENSEÑANZA!! y nada de práctica, no se vive lo que se enseña o lo que se predica y esto produce falta de consecuencia en sus vidas.

Por esta razón, a Moisés y a Josué Dios les pidió que se sacaran el calzado de sus pies, pues el terreno que estaban pisando “Santo” era. ¿Por qué ellos tuvieron que sacarse sus calzados? Porque hay cosas que en nosotros son un verdadero obstáculo al mover de Dios y hay cosas de las cuales debemos despojarnos y que debemos sacar nosotros mismos de nuestra vida (atavíos). Debemos sacarnos lo viejo, toda vieja cobertura, lo que ya no sirve, nuestras malas costumbres, las malas palabras, aquellos vicios, te los tienes que quitar tu mismo, porque son como el maná del día anterior que no sirve para nada. Por otra parte, como Moisés y Josué aun no tenían la revelación de este Evangelio (de la Paz), ellos vivían por así decirlo, “su propio evangelio”, según sus propios principios, sus propias enseñanzas (recordemos que evangelio significa buenas nuevas, buenas noticias), ellos vivían un “evangelio”, una vida con un pasado de violencia. Moisés era arrebatado, Josué un hombre de batalla. Fue ahí en el desierto donde Moisés asesinó a un egipcio, con sus sandalias él había estado en el mundo, Josué por su parte, con sus sandalias había estado en el desierto, había pasado por ese desierto, sinónimo de sequedad, de complacencia, de flojera, de no ir a ninguna parte y esto es lo que hoy en día está pasando con muchas iglesias, ciegos guías de ciegos.

Josué 5:13-15 13 Sucedió que estando Josué cerca de Jericó, alzó los ojos y miró; y he aquí que un hombre estaba delante de él, con su espada desenvainada en su mano.
Josué, yendo hacia él, le preguntó: — ¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos? 14 El le respondió: — No. Yo soy el Jefe del Ejército de Jehovah, que he venido ahora. Entonces Josué, postrándose en tierra sobre su rostro, le adoró y le preguntó: — ¿Qué dice mi Señor a su siervo? 15 El Jefe del Ejército de Jehová respondió a Josué: — Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tú estás santo es. Y Josué lo hizo así. (Reina Valera 60 Actualizada).

En Josué capítulos 9 al 12 se nos habla de los Gabaonitas, los que usando su astucia y debido al gran temor que tenían hacia Josué y a Jehová su Dios, estos se disfrazaron poniéndose ropas viejas para hacer creer a los Israelitas que ellos venían de tierras lejanas con el fin de que no les hicieran daño, para que el Dios de Josué no los destruyese. La enseñanza de este relato es que hoy en día, hay muchos que conocen de Dios, que hablan de Dios, que enseñan de Dios, pero no se han convertido verdaderamente. Viven vidas inconsecuentes, pecan un poquito y alaban otro poquito... Dicen ser amigos de Dios, pero Dios no quiere ni amigos, ni compadres, ni ovejas. El desea hijos, convertidos a Dios, cuyas vidas sean el reflejo de que el Señor está en sus corazones, que han nacido de nuevo y que han experimentado ese cambio (gr. metanoia).

El proceso de conversión, la transformación de un individuo de pecador perdido en hijo de Dios, es imposible a no ser por la Palabra de Dios. En Romanos 15:4 se nos dice que las cosas que se han escrito antes, fueron escritas para nuestra enseñanza, para que por medio de la paciencia y la consolación tengamos esperanza. En la Biblia descubrimos el plan de salvación que Dios ha dispuesto por medio de su Hijo Jesucristo, por tanto, las Sagradas Escrituras nos revelan a Cristo y este plan de redención de Dios el Padre, con el fin de que los hombres de todas las edades puedan cambiar. Su mensaje va dirigido tanto al ser humano más importante como al insignificante, al rico como al pobre, al educado como al ignorante.

¡Usted debe ver que en Cristo hay perdón para sus pecados, y capacidad para vivir una vida que agrada a Dios!. Es por esta razón que afirmamos que lo viejo no sirve: Calcémonos los nuevos calzados que Dios quiere darnos, hechos de piel de tejón. Este animal es el único que mata y puede pelear contra la serpiente en el desierto, que es figura de Satanás (Ez. 16:10ss), el tabernáculo en medio del desierto estaba hecho con piel de tejón (Num 4:10). El calzado representa en nosotros nuestra vida, el caminar, el poner en práctica las enseñanzas del evangelio, un paso con la unción, otro paso con la Palabra del Señor, práctica y fe. Dios necesita gente que se convierta verdaderamente, que anhele cambiar, gente nacida de nuevo con una nueva manera de vivir... si tu te has metido con todo en el Evangelio es por que estas diciendo “voy a tener cambios en mi vida”, de lo contrario estas con serios problemas, porque Dios tiene planes contigo, Dios tiene planes con la nación, Dios tiene propósitos con tu vida y de ti depende que Dios pueda operar en ti y pueda comisionarte para usarte como instrumento de su gloria para llevar a cabo sus planes y propósitos.

Ez 16:10-13 y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza. Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar. (Bib. Reina Valera 60).

Esta palabra no es para la hermana que se sienta allá, esta palabra no es para el pastor “tanto”, ¡¡ESTA PALABRA ES PARA TI ...!!

“Y que nuestros hechos hablen mas fuerte que nuestras palabras”.


"Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti."
John Maxwell.-


Sergio E. Contreras Peralta
E-Mail sergiotorys@gmail.com

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