lunes, 5 de noviembre de 2007

Un Amor Restaurador

Texto Epístola a los Gálatas capítulo 6


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1Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. 3El que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. 4Así que, cada uno someta a prueba su propia obra y entonces tendrá, solo en sí mismo y no en otro, motivo de gloriarse, 5porque cada uno cargará con su propia responsabilidad.

6El que es enseñado en la palabra haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.

7No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará, 8porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 9No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 10Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe.

11Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano. 12Todos los que quieren agradar en la carne, esos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo, 13porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la Ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. 14Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo, 15porque, en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada ni la incircuncisión, sino la nueva criatura. 16A todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.

17De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.

18Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Tema General

La cualidades de un Iglesia Unida en el Amor de Dios.

Tema Específico

El amor de Dios puesto en práctica en medio de los tiempos difíciles.

Proposición

El amor entre los hermanos debe ser sin fingimientos.

Interrogante Sermonaria

¿Cuáles son las dificultades por las cuales en una iglesia no se observa el verdadero amor de Dios en medio de ella?.

Oración de Transición

Consideremos algunos consejos del Apóstol Pablo frente a la situación que viven muchas iglesias de hoy.

Palabra Clave Restauración (en amor).

Introducción

Como sabemos la base de la Unidad de la deidad es el amor, la Biblia nos dice que en esencia Dios es amor: que aquel que no ama, no ha conocido a Dios; por que Dios es amor. (1Juan 4: 8), me gustaría que pudiésemos hablar acerca de esta palabra, que es el vínculo eterno y perfecto de aquellos que han creído en Jesucristo. Una palabra tan corta, pero cuyo significado es tan inmenso, tan grande, tan infinito como lo es Dios.

Es debido a Jesucristo que hoy podemos vivir bajo la gracia, la cual es un estado tan maravilloso que son pocos los creyentes que saben como comportarse en esta forma de vida, la cual no es mas que la muestra generosa del infinito amor de Dios sobre nosotros. Pero a pesar de este amor tan grande, muchos cristianos viven vidas de altos y bajos y van por la vida cometiendo errores que causan mucho dolor en medio de su familia, en medio de la iglesia pero por sobre todo un dolor inmenso al Espíritu Santo, a Dios mismo.

¿Cómo logramos que en medio de la iglesia, tanto pastores como laicos, podamos ministrar la diversidad de acontecimientos relacionados con tantos errores que se cometen en este tiempo?, falta de amor, rivalidades y divisiones, celos ministeriales, orgullo, pecados de índole sexual, etc., la lista puede ser muy extensa. Sin embargo, es necesario y muy sano tratar estos temas en el seno de la iglesia, porque somos un solo cuerpo, pero éste cuerpo al tener muchos miembros no todos funcionan como debieran y ese es un serio problema que pastores y ancianos de cada congregación deben saber afrontar y no solo eso, sino que deben tener las herramientas adecuadas, espirituales y académicas con el fin de tratar correctamente el tema.

Un ejemplo muy claro de esto es que décadas atrás a los jóvenes que estaban despertando en su florecer sexual, solo se les decía que era mejor casarse que andarse quemando, y eso era todo. No se les daba una consejería de mejor calidad, sino que se “extirpaba” el problema creando uno mayor al mediano y largo plazo. Logrando así, familias desintegradas, rupturas matrimoniales y esto, por no haber sabido dar un consejo franco, directo y especializado.

El Apóstol Pablo en otro pasaje de la Biblia nos enseña que dentro de la iglesia existen hombres y mujeres carnales y espirituales (1ª Cor.2:14-15; 3:1). La carnalidad es un estado del ser humano, el cual no le ha entregado el control total de su vida a Dios. Es por eso que este tipo de personas siempre han de estar presente en medio nuestro, porque no todos han sido perfeccionados en el amor de Cristo ni en la santidad del Señor, no todos se han convertido de verdad, mas bien son personas que militan en el evangelio y mas bien viven una vida religiosa, mostrando una máscara que oculta su verdadera naturaleza.

A ellos y a muchos otros, no los podemos condenar, no les podemos impedir que se congreguen en medio nuestro, el amor de Cristo aun está disponible por la gracia divina para ellos y quiénes somos nosotros para impedirlo.

El Apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo nos da luces muy claras a este respecto.

I.- Cuando la carnalidad se pone de manifiesto Gal. 1:1- 3.

A) Si El pecado abunda V 1(a).

Notemos que Pablo está dirigiendo estas palabras a los hermanos en general, los cuales, por nuestra naturaleza, podemos cometer errores de la manera más común que imaginamos siquiera pensar. Todo creyente puede verse envuelto en situaciones difíciles de afrontar, aun en momentos de intimidad en los cuales nuestros pecados regalones se manifiestan y nos llevan a separarnos más y más de los propósitos de Dios. Vivimos sin saber, situaciones sin resolver ante Dios, las cuales no hemos declarado y no ha habido siquiera un síntoma de arrepentimiento para superar dicha situación. La carne se manifiesta con todos sus encantos pero lamentablemente, nos hunde en la miseria espiritual más deplorable sin saber muchas veces como salir de ella, sobretodo, cuando existe en muchos cristianos tan poco conocimiento de la Palabra de Dios.

B) Debe abundar la gracia V 1(b).

Serán estos mismos hermanos a los cuales Pablo dirige su carta los que deberán dar muestras del amor y de la misericordia de Dios en sus vidas con el fin de restaurar a los hermanos que están en pecado y que atraviesan situaciones de dificultad. Frente a situaciones como éstas, la iglesia no debe hacer oídos sordos, y aquellos hermanos mayores en la fe, los más espirituales, tienen mucho que hacer frente a estos hechos, ya que hemos sido instituidos como parte del cuerpo de Cristo y debemos dolernos con los que se duelen. Ahí donde abunde el pecado debe también abundar la gracia de Dios. Entendiendo a esta última como un regalo que Dios nos da pero sin que nosotros lo merezcamos. Otra idea sobre este tema es definir la gracia como aquel acto sublime de Dios hacia nosotros y que por justicia no nos corresponde recibir, pero que por misericordia de Dios, El nos la da.

C) Ayudémonos en todo V 2.

Debemos ser nosotros quienes nos ayudemos, nos ministremos ya que el mismo Señor se entregó y murió por todos y cada uno de nosotros sin hacer acepción de personas, entonces ¿por qué deberíamos hacerlas nosotros? - ¿No es acaso Cristo el ungido de Dios que habita en medio de nuestras vidas por medio del Espíritu Santo el cual es poderoso para perdonar y amar y restaurar al caído que con un espíritu de mansedumbre se arrepiente de todos sus pecados?, la respuesta está en este mismo pasaje: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”.

II.- No somos mayores que nadie Gal. 6:3-5.

A) No nos creamos lo que no somos V. 3.

Esto es lo más difícil de encontrar en muchos cristianos, ya que muchos de ellos se creen superiores a otros por distintos motivos: liturgia y solemnidad, doctrina, estudios, ministerio.

La humildad debe estar siempre primero, ya que Dios aborrece a los soberbios y los mira de lejos, mas da gracia a los humildes. Si somos algo en las manos de Dios, solo somos obreros o siervos inútiles, la gloria y la honra solo le pertenecen a El y por ello no debemos engañarnos creyendo ser lo que no somos o por tener lo que tenemos, sabiendo que llegará ese día en que seremos como el Señor, mientras en la perfección de Cristo vamos siendo formados cada día de nuestra existencia.

B) El someterse es sinónimo de obediencia en amor. V 4.

El amor no es sinónimo de esclavitud y una manifestación de este don es que puedo respetar a mi hermano y mirarlo como alguien mayor a mí. El someter a prueba en humildad lo que hacemos para el Señor, lo hacemos en obediencia al gran amor que Cristo derramó en la cruz para darnos una nueva forma de vivir.

C) Nuestra responsabilidad es frente al Señor. V 5.

Ya que somos sus hijos y Dios nuestro Padre Celestial, cada uno de nosotros tendrá que responder frente a Dios respecto a como nos conducimos y tratamos a los demás hermanos.

III.- Hagamos obras de fe dignas de Dios. Gal. 6:6-10.

A) Los dones puestos en ejercicio y al servicio de la Iglesia V. 6.

Ciertamente en toda congregación existen pastores y maestros de la Palabra. Debemos reconocer a quienes nos presiden en el Señor y dar gracias a Dios por ellos, orar por ellos y hacerles partícipes de todas las bendiciones que Dios en su misericordia nos da con abundancia, así sean nuestras ofrendas, nuestros diezmos y primicias.

B) Cumplir nuestros deberes V. 7-10.

Dios es omnisciente, El todo lo sabe, no podemos huir de su mano, tampoco de su presencia como lo hizo Jonás, él tuvo que cumplir los designios de Dios a como diere lugar, así también nosotros somos llamados y advertidos por el Apóstol Pablo.

Una vida en el Espíritu se debe en todo al Señor y NO debemos de contrariar sus iniciativas con el fin de cumplir sus propósitos, solo así la mano de Jehová el Señor, se moverá a nuestro favor y seremos bendecidos en todo. Hacer obras dignas de nuestra fe y elección en el Señor, especialmente a la congregación, nuestros hermanos en Cristo.

IV.- La ley no nos obliga, pero si la gracias de Dios. Gal. 6:11-17.

A) La sola gracia V 11 – 14.

Los judaizantes pensaban solamente en la carne, no les preocupaba en absoluto lo espiritual. Para ellos no había mejor cosa que ser aplaudidos por los demás hombres. Mientras más adeptos ganaban a su falsa doctrina, mejor se sentían. Seguramente eran fanáticos de las estadísticas. Se sentían orgullosos con su informe mensual del número de circuncidados a través de su ministerio. Para los judaizantes era su deber cumplir la ley, mas en Cristo esta está cumplida. Nosotros no hemos sido llamados por la ley sino por la gracia de Dios que se ha manifestado en nuestros corazones. Por lo tanto nos debemos al Señor en cuerpo, alma y espíritu.

Esta sola gracia es suficiente para darnos la salvación y el perdón de nuestros pecados, desde ahora sólo nos resta nuestra consagración, nuestro testimonio, nuestra santidad, para dar frutos dignos de nuestra salvación que es en Cristo el Señor.

B) Somos nueva criatura V 15.

Somos salvos por gracia y esto es por la fe, para cumplir un propósito Divino, ser siervos del Dios Altísimo. No para cumplir requisitos de hombres y de tradiciones humanas que en nada edifican, sino que llevan al hombre a la pobreza y enfriamiento espiritual.

Una nueva criatura cuya naturaleza humana está en las manos del Señor, el cual es poderoso para transformar los corazones y sacarnos de la esclavitud del pecado a la libertad de los hijos de Dios.

C) El costo de nuestra elección V. 17.

La vida de Pablo no fue un lecho de rosas. Todo este trajín debió haber dejado en el cuerpo de Pablo profundas cicatrices. Pablo las veía como las marcas del Señor Jesús. Eran las señales que indicaban que su amo es el Señor Jesucristo. Quizá nosotros no tengamos que padecer persecución comparable a la que padeció el apóstol Pablo, pero eso no nos libra de llevar las marcas del Señor Jesús. ¿Existe algo en nosotros que haga evidente que pertenecemos al Señor Jesús? O a lo mejor nos hemos amoldado tanto al mundo que en nosotros no queda rastro de que pertenecemos al Señor.

Sin dudas que el costo de nuestra nueva vida lo ha pagado con su Sangre el Señor, no obstante, hay un costo implícito en nuestro ámbito humano, tales como celos, murmullos, desprecios y todo aquello que podamos imaginar, cuando una mujer o un hombre se vuelven a Dios con todo su corazón. Su familia, será la primera en mostrar su agrado o desagrado por la elección de vida que se ha hecho, elección por Cristo. Sin duda que ellos se dirán ¿Cristianismo? No, gracias. Es demasiado aburrido para mí. Ésta objeción es muy común y ciertamente, una para con la cual tenemos mucha simpatía pues es innegable que una cantidad de cosas que hacemos los cristianos, son aburridas para los demás. Todo parece concentrarse en el tema de asistir los domingos a la iglesia y desarrollar un programa lleno de solemnidades, de cosas que se deben y que no se deben hacer. No es pues de asombrarse, que muchas personas, especialmente entre los jóvenes, no estén impresionadas por este tipo de vida y esto es lo que como cristianos tenemos que saber sobrellevar en medio de nuestras amistades y familiares.

Sin embargo, El Espíritu Santo nos fortalece, y nos hace ver otras cosas totalmente diferentes a lo que el mundo ve en los cristianos, su presencia y solo su presencia inunda los corazones y llena las vidas de un gozo tal que es muy difícil de explicar sin vivirlo.

Conclusión

Dios se mueve en el silencio, nos visita, nos restaura. No porque lo merezcamos, sino porque él lo quiere hacer en nosotros, su gracia, su amor se manifiestan en medio nuestro. ¿Quiénes somos para juzgar lo que Él hace SOBERANAMENTE en cada uno de nosotros?. Si él nos perdonó - ¿por qué no podremos también perdonarnos entre nosotros y ayudarnos mutuamente?. La restauración debe ser una muestra del amor de Dios que habita en nuestros corazones y un ministerio más a desarrollar dentro de la iglesia.

Si Dios nos inquieta en esto, es porque nos está llamando a hacerlo. Amén

Les ama en Cristo Jesús.

Sergio Edo. Contreras Peralta

E-mail sergiotorys@gmail.com nnn


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