¿Cómo valoramos a las personas? y
¿Qué oportunidad le damos al Señor para obrar en nosotros?
imagen: Lago Nagambie - Victoria, cerca de Melbourne, Australia (Dios es Fiel)
Debemos valorar a las personas no por sus frutos exteriores sino por sus frutos interiores, tu no debes valorar a la gente por sus dones (de sanidad, de milagros, de fe, etc.) sino por sus frutos internos, por sus frutos los conoceréis, es decir, por su integridad de carácter y su consecuencia entre lo que dice ser y lo que practica en todas las áreas de su vida, en otras palabras, ¿cómo vive?, si de manera integral o no los principios de vida que nos enseña el evangelio.
Si tuviésemos la oportunidad de conocer a un profeta o alguien con el don de hacer milagros, desearíamos pasar mucho tiempo con él, invitarlo a todas partes, que todo el mundo lo conozca y que todo nuestro núcleo social, con el cual nos relacionamos sepa que somos muy amigos. Pero debemos considerar, que lo que pudiésemos llegar a ver en él son solo los dones exteriores y estos no dan muestras de su carácter. Hagamos memoria y recordemos a Sansón, él tuvo unción pero nunca tuvo carácter, en cambio, José, hijo de Jacob, tuvo unción pero él si tuvo carácter y pudo manejar muchas situaciones de su vida pública y privada de la mejor manera.
Tomemos en cuenta algo que a muchos cristianos les incomoda sobremanera. La palabra nos enseña al respecto que muchos dicen, “Señor en tu nombre echamos fuera demonios, sanamos enfermos”, otros podrán decir, hicimos muchas obras de bien social, dimos de comer a los pobres, ayudamos a las viudas y nuestras ofrendas fueron siempre las más grandes, más Jesús dirá de aquellos: "Apartaos de mi hacedores de maldad"... porque nunca tuvieron el carácter de Cristo. Es bien simple, debemos sólo analizar el interior de su vida familiar, cómo tratan a sus esposas(os) a sus hijos, si viven violencia intrafamiliar en cualquiera de sus forma, si poseen una familia bien constituida o no, y obtendremos la respuesta. Viven en un constante doble estándar y por ende, no se observa una consecuencia en sus vidas, es decir, que lo que dicen creer y enseñar, simplemente no lo viven y se les escapa de las manos. Una de las cosas mas difíciles para los cristianos ha sido siempre fijar las prioridades correctas, claro, muchos de ellos han preferido pasar muchas horas en reuniones de iglesia, vivir para la iglesia de manera sagrada y religiosa, pero se olvidaron totalmente de sus hijos, de su esposo(a) que son la primera congregación que Dios les ha dado para cuidar y administrar.
Entonces, debemos entender que una cosa es ser usado por Dios y otra muy distinta es ser aprobado por El. Dios usa a cualquiera, incluso a una burra o asna (ref. profeta Balaam Números 22:22 – ss.), pero no todos son aprobados, porque Dios solo aprueba a los que están en santidad. Debemos valorar a la gente no por su capacidad exterior sino por el corazón del Señor que hay en ellos. Valora a esa gente, busca a esa gente, júntate con esa gente.
Por ejemplo, si hoy viene un brujo y nos dice: “Sergio (ponga su nombre), Cree en Jesús que murió por ti en la cruz, confiesa su nombre y serás salvo”. La pregunta obvia es si después de haber confesado esa palabra, de haber creído en ella, ¿somos salvos o no?. La respuesta es categórica: ¡Sí, somos salvos!; porque Dios es fiel a su palabra, así sea Satanás quien la pronuncie. Cada opción y cada decisión es personal y cada uno de nosotros puede optar en creer personalmente frente a una declaración de
Otra cosa muy distinta es cuando Satanás falsea o tergiversa
Ejemplo de carácter
Si viene alguien y nos dice: Tú eres un imbésil, eres un tonto o más fuerte aun, eres un perro o en su defecto eres un perrillo, eres un tontito, etc. Pues bien así ocurrió con Jesús cuando se encontró con la mujer sirofenicia. El decir Perrillo o Perro o Perra, es lo mismo, solo que la versión de
(*) La versión conocida como Reina-Valera de la Biblia, también llamada Biblia del Oso, fue la primera traducción directa completa de los textos originales hebreos, arameos y griegos al idioma español que alcanzó amplia difusión, durante la reforma protestante. Fue publicada en 1569 y debe su nombre al principal autor de la edición original, Casiodoro de Reina, y su revisor Cipriano de Valera, ambos monjes católicos del convento de San Isidoro del Campo que habían abandonado España tras ser perseguidos por la Santa Inquisición debido a sus simpatías con el luteranismo (fuente Wikipedia).
Un día vino Cristo y le dijo a Pedro : “Boga mar adentro y echad vuestraS redeS al mar”, entonces vino Pedro y le dijo : “Señor, en Tú nombre echaré
Si algo aprendí de mi visita a Australia, fue que mi fuente es Dios. El es mi proveedor aquel que garantiza mi pan de cada día, el maná diario. Mi fuente no es ni la gente, ni Australia, es Dios, y eso me da paz. La paz del mundo viene de afuera, pero esa paz no es garantía de nada, y como mi fuente es Dios es El quien me da la paz, y por esa razón el éxito, mi éxito está en sus manos, El es mi garantía al éxito, no la denominación, ni mis hermanos, ni mis primos, ni mi familia, es Dios, mi Padre celestial. La paz de Dios viene de adentro hacia fuera y ésta no depende de las cosas, ni de las circunstancias, es Dios. Y en esa paz es que puedo pararme en un púlpito a entregar una Palabra que considero es lo que Dios me ha entregado para compartir, con su autoridad, con su gracia y su unción. De esto nadie nos podrá separar, porque el amor de Dios no está sujeto a nuestras circunstancias sino a su gracia y misericordia que es nueva cada día sobre nosotros, al deseo de Dios que sus propósitos se cumplan en nuestras vidas.
Un día el Apóstol Pedro aun siendo discípulo quiso caminar sobre las aguas y se hundió, otro día negó a su maestro y Señor. Pero posteriormente, fue el mismo Apóstol quien fue usado por Dios para traer un avivamiento, un Pentecostés a la iglesia. Por tal motivo, ¡nunca critiques a las personas!, especialmente cuando éstas aun están siendo formadas por el Señor en carácter, en su fe, en su integridad, porque el día de mañana ese al cual tú has criticado podrá llegar a ser tu maestro, tu mentor, tu padre espiritual, tu apóstol, tu pastor, puede llegar a ser el próximo Billy Graham, aquel que traerá a tu vida a Jesús.
En los evangelios sinópticos encontramos un hermoso relato sobre unos trabajadores de una viña que estaban desocupados, los cuales fueron contratados pero a diferentes horas del día, todos al fin y al cabo llegaron a trabajar a dicha viña, unos antes, otros después, pero todos llegaron a la viña del Señor (Parábola de los trabajadores de la viña Mateo 20:12-ss). Imagine Ud. lo que habrán sentido y pensado aquellos trabajadores que fueron contratados a las 5 de la tarde, porque en todas partes, es lo común, se trabaja hasta las 6 de la tarde, por tanto a nadie se le ocurriría contratar porque sí a unos trabajadores a dicha hora, es ilógico y es absurdo. Pero cuando se encuentran con el Señor de la viña, él les pregunta ¿por qué estáis a esta hora del día desocupados? – ellos respondieron, porque durante todo el día nadie nos ha querido contratar. Dice el relato que el Señor les mandó que fuesen a trabajar a su viña y que recibirían un pago justo. Al terminar el día, el Señor mandó a su criado que pagase a cada trabajador de la viña un denario, comenzando por estos últimos hasta llegar a los primeros que habían sido contratados al comenzar el día. Esta situación provocó la ira, la murmuración y los celos de aquellos que habían trabajado todo el día, pues pensaron que por tal motivo habrían de recibir mas paga por su trabajo, pero no fue así.
Es posible que en tu vida hallas experimentado mas de alguna situación desagradable, un fracaso que te llevo a sentirte decepcionado(a), tal vez herido(a). El día 11 de Febrero de 2007 junto a mi esposa tuvimos que regresar a Chile desde Melbourne, Australia, con mucha pena ciertamente, pero conscientes de haber cumplido en parte la misión que el Señor nos había encomendado. Nos acompaño en todo momento la sensación de que algún día volveremos, más temprano que tarde, pues sabemos lo que Dios desea de nosotros y lo que debemos hacer, pero no sabemos ni el cuándo ni el cómo lo hará el Señor, ni a quien ocupará para tal bendición, pero El es fiel, y estaremos esperando el cumplimiento definitivo de su promesa. Por de pronto, tengo la seguridad de que Dios está trabajando con esta tierra. Por siete años estuvimos orando para que Dios enviase a Australia “la lluvia temprana, la lluvia tardía” (Oseas 6:1-3), al llegar allá, nos sorprendió lo seco del lugar por falta de lluvias. Entonces recordé a mi maestro, a mi mentor y padre espiritual, el pastor Metodista Rev. Luis Pérez cuando nos decía: “Lo que pasa en lo espiritual, se puede ver en lo físico” (en lo real o tangible), no obstante a todos estos detalles, este relato de la parábola de los trabajadores de la viña nos enseña que en Dios el fracaso no existe, sino que es la oportunidad para ver y conocer cosas mayores en Dios. Tal vez hallan pasado las mejores horas, los mejores días de tu vida, pero a la hora menos pensada, Dios vendrá a buscarte y serás contratado(a) para servir al Señor. En el peor momento, Dios cambiará todo en bendición, en él siempre hay una nueva oportunidad y lo hará ser el mejor momento de tu vida.
Él vendrá por ti para contratarte... Si en tu principio está presente Dios, el creará algo totalmente nuevo y hará resplandecer su rostro sobre ti.
Eliseo caminó doce años con Elías. Un día Elías le dijo: "Me voy al cielo, ¿qué quieres que te de?" y Eliseo pidió: "Dame la doble porción (unción) de tu espíritu", Elías lo miró y le dijo: "Cosa difícil has pedido". Así es, lo que nos enseña
Dios levantará gente que sabe que la victoria le pertenece y que poseen un mismo sentir que tú, alcanzaras lo que te has propuesto. Si tu sueño es noble y está la bendición esperada para muchos de por medio, entonces Dios abrirá las ventanas de los cielos y te dará lo que tanto sueñas, lo que has esperado tanto tiempo, porque Dios ya lo ha garantizado. ¡Vamos adelante, con Dios todo es posible!.
Concluyo con estos dos pasajes de las Sagradas Escrituras.
Romanos 12:1-21.
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. 3 Digo, pues, a cada uno de vosotros, por la gracia que me ha sido dada, que nadie tenga más alto concepto de sí que el que deba tener; más bien, que piense con sensatez, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno. 4 Porque de la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero todos los miembros no tienen la misma función; 5 así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero todos somos miembros los unos de los otros. 6 De manera que tenemos dones que varían según la gracia que nos ha sido concedida: Si es de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 si es de servicio, en servir; el que enseña, úselo en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que comparte, con liberalidad; el que preside, con diligencia; y el que hace misericordia, con alegría. 9 El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndoos a lo bueno: 10 amándoos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros; 11 no siendo perezosos en lo que requiere diligencia; siendo ardientes en espíritu, sirviendo al Señor; 12 gozosos en la esperanza, pacientes en la tribulación, constantes en la oración; 13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis. 15 Gozaos con los que se gozan. Llorad con los que lloran. 16 Tened un mismo sentir los unos por los otros, no siendo altivos, sino acomodándoos a los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. 17 No paguéis a nadie mal por mal. Procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con todos los hombres. 19 Amados, no os venguéis vosotros mismos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor. 20 Más bien, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; pues haciendo esto, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza. 21 No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien.
2ª Pedro 1:5-11.
5 Y por esto mismo, poniendo todo empeño, añadid a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, perseverancia; a la perseverancia, devoción;
(V.Reina Valera '60 actualizada)
¡QUIEN NO HA ENTENDIDO ESTO, NO HA ENTENDIDO NADA!
Les ama en Cristo Jesús, Sergio Edo. Contreras Peralta
Este mensaje es una recopilación de Apuntes personales de sermones sobre el tema del Pastor Bernardo Stamateas (B.S. Aires)
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